Maní, pueblo mágico lleno de encantos en Yucatán
- Conexión Turística
- 19 abr 2021
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· El nombre Maní significa “el lugar donde todo pasó”, pero para el visitante es el sitio donde cosas asombrosas están por suceder.
Maní es famoso no sólo por ser el punto de partida de la Ruta de los Conventos en Yucatán, sino por su comida que ha sido preservada por cocineras tradicionales; por sus métodos ancestrales de apicultura para cultivar la miel de la abeja melipona, además del patrimonio arquitectónico colonial y sus artesanías, que le valieron ser nombrado desde diciembre de 2020, Pueblo Mágico de México.
Escuchar cómo la lengua maya se encuentra vigente y poderosa entre casi todos sus habitantes, es algo que el tiempo ha respetado en este lugar, un tesoro vivo y uno de los principales encantos de Maní, donde los lugareños llevan una vida tranquila como ocurría hace siglos.
Maní es tierra por donde brota una muy especial espiritualidad. Para explicarnos su nombre debemos remontarnos a la lengua maya, donde encontramos que puede remitir al “Lugar donde todo pasó” o bien Manik, que es el día del calendario maya relacionado con el venado.
El recorrido por Maní inicia en el Convento de San Miguel Arcángel, con todo su misticismo, el cual fue construido bajo la orden franciscana, pero con piedras de los antiguos edificios mayas.
Además de ser una de las primeras escuelas de evangelización, este lugar se distingue por dos razones: porque aquí el polémico Fray Diego de Landa realizó, en 1562, el célebre Auto de fe, que consistió en la quema de códices mayas con detalles históricos, astronómicos, religiosos y que, según Justo Sierra, también propició la destrucción de miles de objetos, vasijas e “ídolos”.
La historia describe que algún tiempo después, el mismo Fray Diego de Landa, arrepentido, dedicó el resto de su vida al estudio y divulgación de la cultura maya.
La segunda razón es porque este convento cuenta con una de las capillas abiertas más impresionantes de América Latina.
Toda una experiencia peculiar se vive al recorrer la ruta de meliponarios –donde se cultiva la miel que es utilizada con fines medicinales, de las famosas abejitas que se caracterizan por su falta de aguijón– llamada Xunáan. Actividad ancestral heredada por los mayas. Se calcula que hay 30 meliponarios en todo el municipio y el trabajo de los apicultores permite la conservación de la abeja melipona.
Maní tiene reservadas más sorpresas. Otro de los máximos atractivos es el cenote XCabachen. Inesperadamente, su entrada para verlo se encuentra… ¡en pleno centro del pueblo! Como lo lees: un cenote de grandes proporciones a la sombra de una enorme ceiba, árbol sagrado para los mayas.
Mientras ese momento llega, disfrutemos de la gastronomía del estado de Yucatán a través de grandes representantes de buena comida como Doña Clotilde, exponente de la cocina tradicional yucateca, quien recibe a los comensales en su casa para deleitarlos con platillos regionales como las chayitas, el sikil-pak, el frijol con puerco o la cochinita pibil, acompañado de la rica agua de chaya con limón.
En Maní podrás ser testigo de una de las técnicas de bordado más antiguas en Yucatán, la X’manikté que significa “siempreviva” y hace referencia a lo eterno. Podrás encontrar un sin número de opciones de blusas, vestidos y artículos para el hogar preciosamente bordados. En este lugar también se elaboran hamacas, sombreros y bolsas, que además de bellísimas son útiles y durarán mucho tiempo.

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