Influenciado por la integración de diferentes tipos de cocinas con predominación en italiana, argentina, mexicana, libanesa, y árabe, el chef Edgar Delgado presenta en su menú una variedad de toques dentro de la paleta del sabor.
Por Cairo Bermúdez
“Lo de Julio”, es un lugar fascinante, de propuestas culinarias sencillas y sin pretensiones. Así lo comento el chef Edgar Delgado, creador de la fusión de sabores que se encuentran en este lugar, con toque proveniente de todas partes del mundo, pero con un toque mediterráneo y con un gran sabor a mar.
Influenciado por la integración de diferentes tipos de cocinas con predominación en la italiana, argentina, mexicana, libanesa, árabe, Delgado presenta en su menú, una variedad de toques dentro de la paleta del sabor.
Conexión Turística, tuvo la oportunidad de degustar junto con otros medios invitados, Baguette con lomo de cerdo horneado con arúgula, jitomate, pesto y tomate deshidratado; una Focaccia de mortadella con ricotta con un poco de pistache; Baguette de lomo horneado, con queso parmesano, jitomates frescos y pesto de jitomates, con tapenades, escarola y miel.
Mortadella con tapenade de aceitunas con queso parmesano añejo con un poco de jamón serrano y queso mortadela dentro de un Croissant calientito y cabe resaltar que los panes son hechos en casa, procedentes de su panadería en el segundo piso.
Recomendamos los Arancini, pregunta por los del día. Los disponibles en esa ocasión fueron preparados con pecho de cordero americano estofado con adobo y risotto en una sábana de romesco en base de almendras, con tomatito y pimiento morrón deliciosa.
Los Arancini, es un platillo clásico de guerra, el cual consiste en reunir el risotto del día anterior, formar una croqueta y freírla. Este día los de sándwich de cordero, fueron los que deleitaron los paladares de los invitados.
Por otro lado, la entrada de humus de la casa y las aceitunas caseras, sazonadas con cascara de naranja y limón, mostaza casera, anís, especias, cardamomo, pimientas reposadas en el aceite de oliva, fueron una extraordinaria elección para iniciar el disfrute de este lugar acompañadas de un vermut blanco artesanal llamado Stravatto, demi sec con unas explosivas tonalidades de especias, servido en hielo.
Esta bebida, que esta posicionándose entre las favoritas de los comensales, fungió como un refrescante elixir a la garganta y quedo muy ad’oc al momento de la tarde cálida que disfrutábamos. Le siguió el vermut rosado y después el tinto. Deben probarlos, súper recomendables.
Para finalizar la experiencia, la casa ofreció su pan dulce, presentando en esta ocasión las pastas hojaldradas en un chocolatín, un panecito tipo gusanito relleno de crema, un rol glaseado y una de las especialidades de la casa, un pan relleno de mermelada de guayaba que se está convirtiendo en la mas solicitada y emblemática del lugar.
También un ‘must’ para complementar esa tabla de tapas con queso crema, salsas agridulces con picor y la rigurosa baguette con el aceite de oliva y vinagre balsámico.
Que disfrutes tu experiencia en “Lo de Julio”, calle Oxford 35, en la colonia Juárez, en la Ciudad de México.
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