Eva, la española que conquistó el hermoso edén colombiano

• De estatura alta, personalidad sencilla y mucha facilidad para relacionarse con sus semejantes, Eva Puente Maya es ya conocida por agricultores, campesinos, amas de casa, artesanos y empresarios del Departamento de Nariño, ubicado en el sur de Colombia.

  
  

Por Jesús Coronado, Seis Grados

Nariño, Colombia.- Como la Eva del antiguo testamento que reinó en el paraíso, otra Eva, la española, buscó refugio en el edén y se quedó a vivir en él. Pero a diferencia de Eva la pecadora, que fue echada del huerto sagrado, Eva, la madrileña, ha sido recibida con honores en el edén colombiano: Nariño. 

De estatura alta, personalidad sencilla y mucha facilidad para relacionarse con sus semejantes, Eva Puente Maya es ya conocida por agricultores, campesinos, amas de casa, artesanos y empresarios del Departamento de Nariño, ubicado en el sur de Colombia.

¨Soy una española que reside ahora en Pasto, Colombia, empecé en España estudiando ciencias políticas y sociología y luego me fui especializando en el mundo del turismo. Soy periodista de viajes, guía turístico y sommelier¨, enfatiza, con una expresión de satisfacción.

Eva y su esposo, el también español, Carmelo Caballero, ya retirado y pensionado, llegaron a Pasto convencidos de que es el mejor lugar para vivir una nueva etapa en sus vidas.

¨Llego un pastuso ahí a nuestra casa en Barcelona y nos convenció de venir acá, dijo ahí está muy bien, tienes buena temperatura, sin cambio climático, hay comida, hay agua; y dije voy a explorar. Vine a Pasto y me convencí de quedarme, le llamé a Eva y le dije debes venir para acá, y se vino¨, recordó emocionado Carmelo.

¨El hecho de venir aquí a Nariño y ver todo esto, completamente desconocido, pues ha sido también parte de nuestro empeño de decir tenemos que dar a conocer todo esto que tienen acá para los que quieran venir, pero que vengan de una manera responsable y pacífica a disfrutar la naturaleza¨, sentencio Carmelo, un ex trabajador de telecomunicaciones en España.

A mi juicio, Eva posee una buena dosis de inteligencia emocional, que le permite desempeñar un sinnúmero de actividades y al mismo tiempo compartir sus experiencias con quienes estén interesados en aprender sus lecciones de vida.

¨Lo que hago en Pasto es de una manera colaborativa; he creado y he fundado el primer cru de la cultura del vino y lo que estamos haciendo son catas, catas-maridajes, también estoy dando charlas a profesionales de diferentes municipios de Nariño para enseñarles cómo hacer catas y como vender sus productos¨, explica Eva. 

´En mi experiencia en la administración pública me ha encantado siempre todo el ámbito del desarrollo local, el poder hacer planificación, el poder poner en práctica diferentes políticas que ayuden al desarrollo local y económico de los municipios, de las personas y también me gusta el turismo colaborativo y hemos participado en diferentes plataformas¨, añadió.

Eva es la heroína madrileña de los emprendedores de Nariño. Aparece por aquí, por allá y acullá. Igual se le ve platicando con los campesinos que con los artesanos o con las madres de familia. Le preguntan, le llaman, le piden consejo. Como decimos en México ¨es el ajonjolí de todos los moles¨.

De Eva y su esposo me impresiono su enorme determinación para dejar su patria y su familia e iniciar una nueva vida en Colombia, a más de 8 mil kilómetros de distancia. Estoy consciente de que la tecnología acorta distancias, pero no cualquier persona tiene el valor de tomar una decisión de esa naturaleza.

Sin embargo, creo que su decisión va más allá de kilómetros o distancias, ya que más bien está ligada a ese sentimiento que nos persigue a todos en algún momento de nuestras vidas y que busca el bienestar, la tranquilidad y la paz interior.