El sabor de la tradición: Morelos, Guanajuato y Oaxaca aportan riqueza y diversidad a la panadería mexicana
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La Chef Lynda Balderas, originaria de Cuernavaca, compartió su conocimiento sobre la panadería tradicional con harinas de arroz durante el “Festival del Pan”, en el marco del Festival Gastroturístico, organizado por la Escuela de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac Puebla.
Por Víctor Hugo Rubio, enviado

Puebla, Pue.- Con una entusiasta participación de estudiantes, docentes y amantes de la gastronomía, se llevó a cabo el Festival del Pan, en el marco del evento Gastroturístico organizado por la Escuela de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac Campus Puebla, donde la Chef Lynda Balderas, originaria de Cuernavaca, Morelos, ofreció un taller demostrativo sobre panadería tradicional con harinas de arroz, una propuesta innovadora que busca rescatar técnicas ancestrales y rendir homenaje a la diversidad cultural del pan mexicano.
Una fiesta que nació de una idea y se convirtió en tradición
Durante su participación, la Chef Balderas explicó que la llamada Fiesta del Pan nació como una sencilla idea académica: realizar un concurso de panadería para motivar a los estudiantes de gastronomía a investigar sobre los panes tradicionales de cada estado del país.“Queríamos que los jóvenes hicieran una investigación profunda en torno al pan, que exploraran qué tipos de panes existen en México y en qué regiones se utiliza la harina de arroz en lugar de la de trigo, o bien en combinación con ella”, relató.
De aquel ejercicio, que se realizó hace dos años, surgió no sólo un concurso, sino una reflexión más profunda sobre la identidad gastronómica del país. Aunque no encontraron inicialmente panes elaborados con harina de arroz, la búsqueda llevó a Balderas a redescubrir el valor del pan tradicional mexicano, un universo que, dijo, “es mucho más que una receta: es cultura viva, es historia y es arte popular”.

El pan como símbolo cultural y artístico
Para la chef morelense, el pan tradicional es una de las expresiones más ricas de la creatividad mexicana.
“Los panaderos son verdaderos artistas, creadores de piezas únicas, con nombres entrañables y significados que se remontan a generaciones. Cada pan cuenta una historia, cada pieza tiene una identidad. El pan mexicano nos une y nos recuerda quiénes somos”, destacó.
En ese contexto, la “Fiesta del Pan” se consolidó como un espacio académico y cultural para honrar las raíces panaderas del país, fomentar la investigación gastronómica y promover la innovación desde la tradición. Hoy, el festival llega a su sexta edición, con una creciente participación de universidades, chefs y productores locales.

La harina de arroz: una alternativa saludable y versátil
En su taller, Lynda Balderas explicó con detalle el proceso de elaboración del pan de arroz, una receta sin gluten, más ligera y con un sabor profundo derivado del tostado del grano.
“El ingrediente estrella es el arroz integral, que se tuesta ligeramente para despertar aromas a nuez o cacahuate y luego se muele finamente hasta obtener una harina suave”, explicó.
La chef hizo énfasis en la importancia de tostar el grano para enriquecer las notas de sabor y en la necesidad de proteger las harinas del ambiente, ya que absorben fácilmente los aromas de otros productos.
“El secreto está en el cuidado del ingrediente base. En mi arrocería elaboramos la harina cada semana, para que conserve toda su frescura y sus propiedades. Es un producto vivo, y eso se nota en el pan”, comentó.
El pan de arroz que elaboró durante el taller incluyó ingredientes como plántago (psyllium husk), que sustituye la elasticidad del gluten, además de tapioca y harina de maíz, creando una textura suave y un sabor auténtico.
Entre hornos, aromas y saberes compartidos
Con un tono didáctico y cercano, la Chef Balderas guió a los asistentes paso a paso en la elaboración del pan, explicando cómo activar la levadura, preparar la masa y controlar las temperaturas.
“Para activar la levadura, el agua debe estar tibia, como cuando bañamos a un bebé”, bromeó entre aplausos, logrando un ambiente de aprendizaje cálido y participativo.
Los estudiantes participaron activamente en el proceso, desde tostar el arroz hasta molerlo para obtener la harina, mientras la chef destacaba la importancia de comprender los procesos y respetar los tiempos.
La memoria del pan: tradición viva en cada región
El taller también sirvió de marco para un diálogo sobre la diversidad de panes tradicionales en México. La Chef Claudia, invitada al evento, compartió un recuento de las variedades que aún se conservan en ciudades como León, Guanajuato, donde persisten panes rituales y de festividad, como el pan de la mañana, consumido durante celebraciones religiosas, o las rosas glaseadas conocidas como buscas, típicas de las bodas y bautizos.
Cada región, coincidieron las chefs, guarda un vínculo emocional con sus panes: recetas que pasan de generación en generación y que forman parte del patrimonio cultural gastronómico mexicano.
Innovar desde la raíz
La propuesta de Lynda Balderas busca fusionar tradición e innovación: rescatar técnicas e ingredientes antiguos, como el arroz y el maíz, para reinterpretarlos con un enfoque contemporáneo y saludable.
“Tenemos que mirar de nuevo al pan tradicional, darle el valor que merece, entender que detrás de cada pieza hay siglos de conocimiento y una identidad colectiva. Innovar no significa olvidar lo que somos, sino reinterpretarlo con respeto”, afirmó.
Un cierre con aroma a identidad
El Festival del Pan concluyó con una degustación de panes elaborados durante el taller, donde los asistentes pudieron apreciar la textura, el aroma y la sutileza del pan de arroz recién horneado. Una verdadera “fiesta del pan” que celebra, más que un alimento, una herencia viva de México.
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