· Definida como una región multicultural en que confluyen compartiendo creencias y formas de gobierno en mayor o menor medida, los teneek o huastecos, nahuas, pames, tepehuas, otomíes y mestizos, conforman la identidad de la Huasteca.
· Esta gran extensión geográfica de la Huasteca es compartida por seis entidades federativas de la República mexicana: Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y Puebla.
Por Sergio Palma, Colaboración Especial
Fotografía ITESM
La Huasteca es definida como una región multicultural en que confluyen compartiendo creencias y formas de gobierno en mayor o menor medida, los teneek o huastecos, nahuas, pames, tepehuas, otomíes y mestizos, que conforman la identidad de la región; esta gran extensión geográfica de la Huasteca es compartida por seis entidades federativas de la República mexicana: Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y Puebla.
En el año 2003, la UNESCO proclamó Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad “…las fiestas indígenas dedicadas a los muertos” (México). La declaratoria indica que “… es una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del país”
Ese mosaico pluricultural que ofrece nuestro país al mundo, se ve reflejado en diferentes variantes para la celebración de la fiesta según la zona en que se desarrolla.
El Xantolo, en la huasteca hidalguense, es una fiesta que se organiza anualmente para esperar a los muertos que tienen permiso para visitar a sus seres queridos en la tierra. El Xantolo en una región tan extensa tiene particularidades específicas en cada una de ellas, aunque de manera general, se encuentra inmersa de alegría.
En la Huasteca la fiesta da inicio el día 29 de octubre, para ese entonces, ya se recogió la primera cosecha de los elotes, la conclusión de la festividad es el día 3 de noviembre de cada año, periodo en que las almas de los difuntos regresan a la tierra a visitar a sus familiares.
Como medida de protección y para que no atente la Muerte contra los vivos llevándoselos, la gente baila las danzas tradicionales conocidas como “vinuetes”, utilizando disfraces y ropa raída con máscaras de calaveras, demonios y otros seres fantásticos, creen que todo ello espantará a la temida muerte cuando los vea.
El vinuete es el son huasteco, que nace en esta región en el siglo XIX, influenciado por ritmos españoles, africanos e indígenas. La interpreta un trío con guitarra huapanguera, jarana huasteca y violín quienes acompañan a los cantantes en sus falsetes y eventualmente alegres zapateados.
Una mezcla de diversos colores, olores y sabores caracterizan las fiestas del Xantolo; se observan vistosos y coloridos arcos de cempasúchil con variadas frutas dan la bienvenida a las ánimas que llegan a la tierra; en el altar se observan velas, veladoras, e imágenes religiosas, han sido preparados ricos platillos típicos que tanto gustaban al difunto, adobo de pollo y de cerdo, tamales, frutas cristalizadas, bocoles, pan de caja (o muerto) empanaditas de queso.
Además, tamales envueltos en hojas de plátano con chilpán que es una salsa roja espesa, de sarabanda (frijol muy tierno de esta temporada) maíz, u otros, dulce como el cachún -llamado así regionalmente a toda la fruta y verdura como la calabaza cocida en piloncillo- cecina huasteca y el imperdonable zacahuil, la bebida predilecta que consumía en vida, licor de jobito y agua para la sed de los difuntos que han transitado por largas travesías.
La Fiesta también tiene sus momentos solemnes.
El Cambio de Fiscal en Chalco por ejemplo, (635 habitantes) barrio del municipio de Axtla de Terrazas, todos los días 31 de octubre se lleva a cabo en una ceremonia de acuerdo a los usos y costumbres del lugar: Para el cambio de bastón, la tradición indica que debe celebrarse minutos antes de las 12 de la noche, de tal manera que al cambiar el día, las nuevas autoridades ya deben estar investidas ante los cuatro barrios de la comunidad: Cuayo, Zojualo, Zocoyo y Copalo (Chalco) previamente decorado con flores de cempasúchil y veladoras.
Los visitantes son bienvenidos, quienes al término de la solemne ceremonia son invitados a degustar el patlache, un gran tamal que contiene un pollo entero bañado con chilpan, salsa de chile, que para su cocción es envuelto en hojas de plátano y cocido en un horno en el suelo frente al altar.
Este cambio de Fiscal se observa en varias comunidades, pero son solo para los locales o turistas respetuosos como en Chalchocoyo perteneciente a Matlapa, otro municipio.
Las atribuciones del Fiscal, son el cuidado del panteón durante el año y básicamente, dar consuelo y apoyo a los deudos de los difuntos que vayan partiendo durante ese periodo. Al recibir el bastón de mando, el Fiscal promete cumplir fielmente con sus funciones.
Una experiencia cultural realmente enriquecedora que afianza el sentido identatario de estas maravillosas culturas.
Pomuch, Campeche
En Pomuch, a 65 kilómetros de la ciudad de Campeche, se conmemora el “Dia de Muertos” de una manera peculiar en el panteón, que saturado de familiares y amigos de los difuntos, continúa la tradición de exhumar las osamentas de sus muertos, a finales del mes de octubre, asearlas muy cuidadosamente con una brocha, y cambiarlas con telas nuevas, bordadas en la mayoría de las ocasiones por los deudos en alegres colores y las iniciales del difunto.
La tradición dice que deben ser nuevos para que el muerto regrese al siguiente año. A lo lejos, bajo un árbol en el centro del cementerio se puede observar a un Sacerdote celebrando la Santa Misa.
El panteón luce impecable, días antes fue motivo de limpieza; los osarios ahora gozan de pintura en tonos pastel contrastando con algunos otros de colores chillones simulando casitas que con gran devoción los parientes arreglaron previamente al ritual.
El platillo representativo de la temporada es el “Pibipollo” (tamal de hasta 50 centímetros de largo y 10 de espesor), elaborado a base de gallina, cerdo, achiote, jitomate, cebollín, epazote y habanero envuelto en hojas de plátano amarrados con tiras de majagua (árbol de hasta 15 metros de altura), que se cuecen en el horno subterráneo con leña seca en su interior, que sostiene piedras al rojo vivo, soportando grandes comales sobre los que se coloca el pibipollo cubriéndolo con hojas de plátano, hierbas de olor, tierra y láminas galvanizadas.
Característica de la localidad es la panadería del pueblo en que se prepara el pan de muerto que se dice es el mejor hecho de la península
Huaquechula, Puebla
Es patente ese sincretismo de la tradición católica con la prehispánica en los “Altares de Cabo de año” que se dedican a las personas que murieron durante ese año.
La diferencia entre las ofrendas tradicionales con los altares de muertos recientes es la altura, estos últimos tienen varios niveles, cada uno con su propio significado:
El primer nivel significa lo mundano, adornado con frutas, mole, tequila o cerveza, y pan aderezado con dulce. El segundo nivel, es el plano celeste, el tercero o cuarto, la cúspide celestial con un remate de crucifijo.
Las almas llegan a las dos de la tarde presididos por las campanas del Templo que les dan la bienvenida para que orientados por los caminos de pétalo de cempasúchil lleguen a ver a sus familiares. Copal es el aroma predominante.
La convivencia de visitantes con los familiares del difunto es cordial, participando de algún alimento o bebida con que distinguen al visitante.
En Tochimilco disfrutaremos también altares de varios niveles elaborados con papel picado, cartulina blanca y papel dorado, y podremos degustar el pan de muerto o “mamones”, artesanías de la región o textiles, cestería, bordados de listón o tejidos de estambre.
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