La fundación de la ciudad se dio a la par que el descubrimiento de las ricas minas de plata en 1546; la extracción de este metal generó una prosperidad económica excepcional durante los siglos XVI y XVII.
El Centro Histórico de esta ciudad colonial nos invita a conocer su historia, su progreso económico y cultural en tranvía turístico, bicicletas eléctricas, peatonalmente o a través de un divertido recorrido por calles y callejones hacia los sitios más representativos.
Por Sergio Palma, Colaborador Especial
La fundación de la ciudad de Zacatecas se dio a la par del descubrimiento de las ricas minas de plata en 1546; la extracción de este metal generó una prosperidad económica excepcional durante los siglos XVI y XVII; en los siglos posteriores estuvo involucrada con hechos históricos del país, como la Batalla de Zacatecas en 1835, la Guerra de Reforma en 1858 y la “Toma de Zacatecas” en 1914.
El Centro Histórico de Zacatecas nos invita a conocer su historia, su progreso económico y cultural en tranvía turístico, bicicletas eléctricas, peatonalmente o a través de un divertido recorrido por calles y callejones hacia los sitios más representativos, acompañados de música de tamborazo y el peculiar burro que transporta el mezcal con que se llena periódicamente el jarrito de los participantes, toda una alegre fiesta inolvidable de tradición, música, canto y baile.
Puede también vivirse el Centro Histórico participando en alguna de las leyendas interactivas de historia, amor o terror organizados por edificios, plazas y jardines, degustando mezcal y dulces típicos del lugar, o bien, recreando hechos históricos como la toma de Zacatecas, la fiebre amarilla, o la Cristiada, así como el novedoso producto relacionado con recorridos sensoriales por la ciudad.
Enriquece el amplio catálogo de actividades preparadas para el visitante, el recorrido al interior de la Mina “El Edén” por el museo de rocas y minerales, el socavón, túneles y galerías, ambientados con luz y sonido, que hacen volar la imaginación por la vida de los mineros forjadores de esta ciudad.
Al emerger a la superficie, en la parte baja del “Cerro del Grillo” puede abordarse el moderno teleférico que cruza la ciudad por el aire a una velocidad de 19 kilómetros por hora, recorriendo rápidamente los 642 metros de distancia que nos separan de la cúspide del cerro de la Bufa en que se ubican la Rotonda de los Hombres Ilustres, el Museo Toma de Zacatecas, y el Templo de Nuestra Señora del Patrocinio.
Por la noche, Zacatecas se viste de lujo en sus diversos antros y bares, los días sábados en la Mina “El Edén”, es imperdible la experiencia de su discoteca con capacidad para 400 personas, la única disco del mundo dentro de una mina. A 184 metros de profundidad puede disfrutarse su gran acústica y el reflejo de las luces sobre los restos de minerales. Otra posibilidad ahí mismo es la “Mina Club Bar” jueves y viernes de cada semana.
Muy recomendable es el Bar Botarel del Hotel Quinta Real construido en la restaurada Plaza de Toros de San Pedro del Siglo XIX, observando su espectacular construcción.
El Centro Histórico de Zacatecas con múltiples edificios históricos, religiosos y civiles de valor excepcional, se inscribe en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1993, fundamentando la inscripción básicamente en dos criterios: su influencia en el desarrollo cultural y económico en Norteamérica y Centroamérica, y representar un asentamiento europeo que se adapta a las condiciones topográficas de la cordillera metalífera, enfatizando su autenticidad, en el trazado de las calles que conservan a la fecha su trazo original.
La impresionante Catedral es ejemplo único de la arquitectura del siglo XVIII en la que destaca su fachada principal, con numerosos personajes y elementos iconográficos, se dice que es el edificio barroco más espectacular de todo el norte del país.
Entre los lugares que se pueden visitar en el Centro Histórico está el antiguo convento jesuita y su templo de estilo barroco conocido hoy como Santo Domingo, el Teatro Calderón, el Mercado de estilo neoclásico, el Hospital de los Juaninos del siglo XVII, el Palacio de la Mala Noche del siglo XVIII y numerosas construcciones que, en gran armonía, están distribuidas en toda la ciudad. El Centro Histórico de Zacatecas tuvo participación de diversas órdenes religiosas.
En Guadalupe se ubica el Centro Platero Zacatecas A.C., grupo de artesanos que ofrecen verdaderas piezas de plata exclusivas, es posible ver el proceso de producción, e incluso, participar en ella.
La Casa de Artesanías de Zacatecas, del Centro Histórico, de la ciudad capital representa un escaparate de productos artesanales de cerámica, plata, talabartería, textiles, y lechuguilla.
Imperdible es el Museo Rafael coronel “El Museo de las Máscaras” (el más importante del mundo), llamado así por albergar más de 11 mil objetos de ese tipo, representantes de las fiestas populares pagano-religiosas de todo el país.
La experiencia gastronómica es una delicia al degustar el famoso asado de boda, enchiladas zacatecanas, gorditas con guisos, birria de borrego, tacos envenenados, tostadas de Jerez, pipián, caldo de rata de campo, y como postre, quiote, natilla zacatecano, colonche, ates, queso de tuna y rollo de leche con nuez.
La música zacatecana se encuentra muy relacionada a la identidad, historia y diversidad que caracterizan al estado a través de varios estilos, tamborazo de finales del siglo XIX, banda a base de instrumentos de viento, percusión, y marcha, como la Zacatecas del maestro Genaro Codina (1892) considerada el segundo himno nacional.
Ha sido también cuna de connotados compositores de varias épocas: Manuel M. Ponce y las famosísimas “Mañanitas” conocidas nacional e internacionalmente, Tomás Méndez, con “Cucurrucucú paloma”, o Antonio Aguilar con “A medias de la Noche” y discografía de más de 25 millones de copias vendidas por mencionar solo algunos autores y algunas de sus obras.
El abanico de atractivos y productos turísticos que oferta la ciudad es muy amplio para elegir de acuerdo al presupuesto, gusto de cada visitante, de día, de tarde o de noche, niños, jóvenes y mayores, turismo cultural, religioso, de aventura, de romance, … un destino para complacer a cualquiera.
Realmente, ¡Zacatecas es Deslumbrante!
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