Representantes de los pueblos originarios, guardianes de una rica herencia cultural, lideraron las ceremonias en honor al dios del sol, simbolizando la eterna lucha entre la luz y la oscuridad.
La sociedad civil holística de la región, abarcando los 8 municipios del Estado de México y 2 de Hidalgo, se unió con entusiasmo a la celebración, a través de una exquisita amalgama de tradiciones, danzas y rituales.
Por Víctor Hugo Rubio
El emblemático Valle de los Dioses, en Teotihuacan, México, se convirtió en un espacio de gran celebración este lunes 8 de abril, cuando recibió al eclipse solar de 2024 con una espectacular muestra de tradiciones ancestrales y una vibrante energía comunitaria.
Representantes de los pueblos originarios, guardianes de una rica herencia cultural, lideraron las ceremonias en honor al dios del sol, simbolizando la eterna lucha entre la luz y la oscuridad. En medio de cánticos, danzas y ofrendas, el Valle de los Dioses cobró vida, recordando su papel como un punto sagrado de encuentro entre lo terrenal y lo divino.
La sociedad civil holística de la región, abarcando los ocho municipios del Estado de México y dos municipios vecinos en Hidalgo, se unió con entusiasmo a la celebración. A través de una exquisita amalgama de tradiciones, danzas y rituales, expresaron su profundo respeto por la naturaleza y su conexión espiritual con el universo.
Expertos académicos en arqueología, antropología y espiritualidad contribuyeron con conferencias y reflexiones, enriqueciendo el evento con una comprensión más profunda de la cosmovisión mesoamericana y el significado del eclipse en la cultura ancestral. Este diálogo entre el conocimiento tradicional y la erudición contemporánea dio forma a un nuevo concepto mágico: "El Valle de los Dioses, Teotihuacan hacia el Mundo".
Este enfoque integral, que fusiona lo cultural, lo turístico y lo holístico, promete proyectar al Valle de los Dioses a una mayor visibilidad tanto a nivel nacional como internacional. Se espera que esta celebración trascienda las fronteras geográficas, atrayendo a visitantes de todo el mundo para experimentar la magia y la espiritualidad que emana de este lugar ancestral.
Con el eclipse solar de 2024 como catalizador, el Valle de los Dioses reafirma su posición como un punto de convergencia cultural y espiritual, donde el pasado y el presente se entrelazan en un eterno ciclo de renovación y conexión con lo divino.
“El Valle de los Dioses, Teotihuacan hacia el Mundo” es el producto privado cultural, turístico, gastronómico, antropológico, de salud tradicional y holística más importante y ambicioso de las últimas décadas que mostrará la nueva imagen de México en el mundo.
Su objetivo primordial es llevar la cultura teotihuacana a nivel internacional para que la gente en el mundo conozca su grandeza y pueda conocer sus orígenes, de manera que se interese y visite todos los municipios que forman el Valle de Teotihuacan.
El Valle de los Dioses se ubica en la zona centro del país. La componen seis municipios del Estado de México (Acolman, Axapusco, Nopaltepec, Otumba, San Martín de las Pirámides y Teotihuacán) y dos del estado de Hidalgo (Tepeapulco y Tulancingo de Bravo).
Tiene como principios la inclusión y la sustentabilidad. La inclusión porque busca la participación de toda la comunidad teotihuacana, como los artesanos, hoteleros, restauranteros y comerciantes, entre otros, así como de la población en general.
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