· Buzo de cuevas, residente en Playa del Carmen, e integrante del movimiento ambientalista “Selva-me del Tren”, Urbina dice que el desastre económico y ecológico de esta obra pudo evitarse, pero detrás hay corrupción sistémica.
· “Para poner en perspectiva el costo económico, hablamos de 500 mil millones de pesos gastados hasta ahora. Esto equivale a 68 millones de pesos diarios por 20 años. Imaginen lo que se podría haber hecho con esa cantidad en términos de salud, educación, e infraestructura”, sostiene.
Por Víctor Hugo Rubio Duarte
El Tren Maya, obra emblemática del presidente López Obrador, acabó en un desastre no solo por el inmenso costo económico, sino también por el daño ecológico irreversible que ha causado. Con una inversión diaria de 68 millones de pesos durante 20 años, se podrían haber implementado numerosas obras como nuevas escuelas y hospitales, además de mejoras en infraestructura y sostenibilidad en la Península de Yucatán.
En lugar de ello, se ha priorizado un proyecto que no solo es ecológicamente destructivo sino también ilegal y mal planificado, sostiene José Urbina Ramón, buzo de cuevas, mexicano residente en Playa del Carmen e integrante del movimiento ambientalista Sélva-me del Tren, quien advierte la necesidad de repensar el desarrollo turístico y encontrar un equilibrio entre progreso y sostenibilidad, “eso es más urgente que nunca”.
En entrevista exclusiva con Conexión Turística, Urbina, expuso el inmenso daño ecológico y económico causado por la mega obra del Tren Maya en la Península de Yucatán. Residente de Playa del Carmen y activista desde su niñez, ofreció una visión detallada y alarmante de los impactos de esta polémica obra de infraestructura.
Una Introducción a la Lucha Ambientalista
Periodista: Muchas gracias por la entrevista para Conexión Turística y para Turismo 360. Antes que nada, si nos pudieras dar tu nombre completo y la organización que representas, desde cuándo has iniciado esta lucha de protección al planeta.
Pepe Urbina: Mi nombre es José Urbina, soy mexicano, buzo de cuevas, residente en Playa del Carmen. Soy miembro de Sélva-me del Tren, y me dedico prácticamente desde que era un niño a cuidar mi hogar. Cada vez que tú levantas la basura y demás, ya estás haciendo la responsabilidad. Conforme vas creciendo, tus recursos crecen y la responsabilidad es diferente.
El Impacto Ecológico del Tren Maya
Periodista: Más allá del costo económico que se ha quintuplicado al llegar a 500 mil millones de pesos, como todos sabemos, ¿Cuál es el costo del daño ecológico causado por las obras del Tren Maya a la península de Yucatán, un vasto territorio?
Pepe Urbina: Mira, para poner en contexto esto de una forma fácil de entender, vamos a hablar solamente del tramo 5. Este tramo, junto con el tramo 6 y el tramo 7, tiene el mayor costo medioambiental. Es donde más ignorancia ha causado daño. Vamos a hablar de números del tramo 5 para tener una idea de la magnitud de este proyecto.
El famoso proyecto de la minería que empezó en 1986, Calica, ha explotado menos de 1,000 hectáreas en 36 años. En contraste, solo el tramo 5 del Tren Maya ha arrasado más de mil hectáreas de selva en apenas dos años. Este tramo mide unos 115 a 120 kilómetros de largo y entre 60 y 90 metros de ancho, no los 20 metros que se decía inicialmente. Se cortaron más de ocho millones de árboles, incluyendo especies irremplazables, lo que es un daño irreversible.
Un Desastre Económico
Periodista: ¿Cuál es el impacto económico de este proyecto?
Pepe Urbina: Para poner en perspectiva el costo económico, hablamos de 500 mil millones de pesos gastados hasta ahora. Esto equivale a 68 millones de pesos diarios por 20 años. Imaginen lo que se podría haber hecho con esa cantidad en términos de salud, educación, infraestructura para transporte público alternativo, y energías renovables en la Península de Yucatán. En lugar de eso, se ha invertido en un tren militar, ecocida y sobre todo ilegal.
Alternativas y Soluciones
Periodista: Pepe Urbina, muchas personas se preocupan por su entorno, el país y el planeta. ¿Esto pudo haberse evitado? ¿Era posible conciliar el progreso y la construcción de un proyecto turístico sin dañar de manera grave y sensible el ecosistema?
Pepe Urbina: Por supuesto que había alternativas. Se presentaron propuestas y conocimientos para un desarrollo sostenible. Aunque personalmente no creo que un tren era lo que necesitábamos, una vez decidido, las virtudes de los trenes como transporte colectivo son difíciles de discutir. Sin embargo, este tren en la selva no le sirve a ningún trabajador local. La ubicación y diseño no favorecen a los trabajadores, sino más bien a intereses turísticos y empresariales a costa del medio ambiente.
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